Mariela Mociulsky, CEO de Trendsity, destacó la necesidad de comprender al consumidor del mañana, que busca experiencias inmersivas, sostenibilidad y personalización.
LA NACIÓN por Ariel Goldfarb
“La incertidumbre es la regla en este momento de la humanidad”, afirmó Mariela Mociulsky, CEO y fundadora de Trendsity, durante su participación en el capítulo 10 de “Negocios del Futuro”, evento organizado por LA NACION. Su intervención fue un análisis profundo sobre cómo las crisis globales y los avances tecnológicos están reconfigurando las expectativas y comportamientos del consumidor del futuro.
Mociulsky planteó que el actual contexto de incertidumbre y revolución exige un cambio radical en la forma de entender el consumo. “La incertidumbre se ha vuelto la norma en nuestra vida cotidiana”, explicó. Este nuevo paradigma implica que las empresas deben ser más flexibles y adaptativas. “Estamos en un momento donde la revolución no solo es social y política, sino también económica. Las marcas deben reinventarse constantemente”, agregó, subrayando la importancia de captar las necesidades emergentes del mercado.
1. Evolución del consumo
La evolución del consumo es otro aspecto crucial en esta transformación. Mociulsky destacó que el consumidor ya no se comporta como en décadas pasadas, donde predominaba la lógica de un mercado de oferta. “Las nuevas generaciones, como los millennials, centennials y la generación alfa, demandan experiencias, autenticidad y valores que conecten con su identidad”, indicó. Este cambio ha llevado a las marcas a reevaluar sus estrategias, poniendo a los consumidores en el centro de todas las decisiones.
“Necesitamos ir más allá de una simple relación transaccional. Ahora es vital entender al ser humano en su totalidad, en todas sus dimensiones”, subrayó Mociulsky, al enfatizar la importancia de la empatía y la conexión emocional en las interacciones de marca.
2. Tecnología al servicio de la humanidad
La experta abordó el papel de la tecnología y señaló que esta debe estar “al servicio de la humanidad”. En un mundo donde los avances tecnológicos generan tanto expectativa como temor, es esencial encontrar un equilibrio ético. “La tecnología no es intrínsecamente mala, pero el uso que se le da puede tener repercusiones significativas en la vida de las personas”, advirtió. La CEO de Trendsity enfatizó la necesidad de que las empresas actúen con responsabilidad y empatía, especialmente en el ámbito de la inteligencia artificial y la gestión de datos personales.
“Estamos en un momento donde debemos decidir cómo queremos que nuestra tecnología nos represente. ¿Queremos que actúe como un controlador o como un aliado?”, cuestionó Mociulsky, instando a los líderes empresariales a reflexionar sobre su responsabilidad social.
3. Cambios demográficos y sociales
En cuanto a los cambios demográficos y sociales, Mociulsky destacó que la población envejece y que, en poco tiempo, habrá más personas mayores de 60 años que menores de 15. “Este es un fenómeno que cambiará radicalmente el mercado”, dijo. Resaltó la importancia de la “generación silver”, que está ganando protagonismo y demanda productos y servicios adaptados a sus necesidades.
Además, la crisis climática y los cambios geopolíticos están creando un entorno de incertidumbre. “El aumento de los precios y la escasez de recursos naturales están afectando la vida cotidiana de las personas, lo que las lleva a ser más selectivas en su consumo”, indicó Mociulsky.
4. Características del consumidor del futuro
Mociulsky delineó varias características del consumidor del futuro, que se manifestarán de la siguiente manera:
- Sostenibles: se espera que los consumidores sean defensores de los compromisos éticos y sociales. “Demandarán transparencia y serán militantes de causas. No compran productos, compran historias y valores”, explicó.
- Desafiantes: los consumidores buscarán cuestionar los mandatos establecidos y exigirán mayor creatividad en las ofertas de productos y servicios. “Estamos en un momento de deconstrucción de casi todos los mandatos. La autenticidad será clave”, señaló.
- Exploradores: habrá un deseo por experiencias significativas que vayan más allá de la simple transacción. “Los consumidores querrán que las marcas les ofrezcan momentos memorables y sorprendentes, integrando la realidad aumentada y la inmersión”, subrayó.
- Únicos y nostálgicos: la hiperpersonalización será crucial, permitiendo que cada individuo exija un servicio adaptado a sus preferencias. Además, la nostalgia jugará un papel importante, con consumidores que buscarán conexiones con lo artesanal y lo casero en tiempos de incertidumbre.
- Ágiles: La inmediatez se convertirá en una característica distintiva, con consumidores que demandarán experiencias sin fisuras y en tiempo real. “El tiempo se convierte en un bien en sí mismo”, enfatizó Mociulsky.
5. Acciones
Para adaptarse a este nuevo perfil de consumidor, Mociulsky propuso una serie de “acciones” que las empresas deberían considerar:
- Regenerar y rescatar prácticas que conecten con los valores humanos y de comunidad.
- Desafiar las normas establecidas y fomentar la creatividad en las propuestas de productos y servicios.
- Humanizar la experiencia del consumidor, enfocándose en la empatía y la responsabilidad en cada interacción.
- Colaborar y simplificar procesos para mejorar la experiencia del usuario, haciendo que la relación sea más fluida y accesible.
- Optimizar la comunicación y conexión con los consumidores, integrando elementos lúdicos y atractivos en el mensaje de marca.
“Vamos a tener más conciencia de nuestra responsabilidad y también más creatividad”, concluyó Mociulsky, instando a las empresas a seguir poniendo al humano en el centro de sus estrategias. En este contexto, el desafío será construir un futuro más inclusivo y sostenible, donde el bienestar y la conexión humana sean los pilares fundamentales.