Esta es la agenda de temas que tenemos en esta edición:
- El arte se integra con nuevas experiencias
- Nostalgia de tiempos cercanos
- La moda como protección
- La hora de las terapias digitales
- La accesibilidad web en la mira
Fronteras porosas. El arte se integra con nuevas experiencias En estos tiempos tan complejos el arte ha estado tensionado entre dos realidades: una, la necesidad de reinventarse frente a espacios tradicionales como galerías o museos cerrados. La otra, que siendo momentos difíciles en la vida cotidiana, la contemplación y el placer del disfrute del arte se valoran más y hasta se hacen necesarios a la manera de un “salvavidas emocional”.Esta situación hace que estemos viendo al arte traspasar sus fronteras más tradicionales. Se estima que luego del COVID, vengan tiempos de búsqueda de disfrute, belleza y creatividad y se avanzará en la recuperación del espacio público para el arte, una dimensión que muchas veces quedó de lado a favor de los espacios cerrados de exhibición. Ya encontramos artistas que llevaron sus obras a las calles y las expusieron en lugares poco frecuentes como ferias y mercados, en un intento también de acercarse y proponer un diálogo con las personas que no se da tan fluidamente en los rituales más institucionalizados de contemplación del arte. Piezas de nuevos artistas o de algunos ya consagrados, suman valor agregado a los desarrollos inmobiliarios premium: cada vez es más común encontrarlos en palieres, espacios comunes o fachadas. De esta manera se produce un win win, son nuevos espacios para los artistas (cuyos ingresos se vieron seriamente afectados por las cuarentenas) y sus obras revalorizan el real estate. Otros artistas, con el pretexto de generar un “testimonio de este tiempo vivido” promovieron espacios como el “Primer concurso independiente de puertas intervenidas durante la cuarentena“. Algunos otros ellos se lanzaron a intervenir vajilla, souvenirs o alfombras.Esta expansión del universo artístico también llega a la relación con el marketing y las marcas intensificando el vínculo. Por ejemplo, un territorio donde ese intercambio ha sido históricamente fluido es el del vino, desde la intervención de etiquetas a barricas. Con la pandemia hemos visto a artistas fomentar iniciativas como la realización de pequeñas obras que se podían comprar por internet y ser acompañadas por dos vinos y una cena, o la serie web “¿A qué sabe el arte?” intenta fomentar la coctelería como una disciplina artística capaz de traducir emociones mediante sabores. Sin duda, integrar el arte a otras propuestas es una forma de nutrición cultural, de valor agregado pero también de nuevos espacios de visibilidad y de ingresos para los artistas. Raíces móviles Nostalgia de tiempos cercanos Este mes se produjo una de las reuniones más esperadas del mundo televisivo: la de la serie “Friends” en HBO Max. Esta sitcom ha sido sin duda una de las series que más ha marcado la historia de la televisión. La vida de seis jóvenes en Nueva York sigue seduciendo aún a las nuevas generaciones, a pesar de la enorme oferta televisiva y de streaming que existe. 25 años después de su último capítulo, los datos indican que Friends es una de las series más maratoneadas y sigue batiendo récords. El marketing de la nostalgia siempre existió: la receta fundadora, la historia de la familia, los relatos de las abuelas, los olores de la infancia. Sin embargo, en estos momentos de mayor incertidumbre pareciera que hay una nostalgia incluso de lo más cercano: ya no se trata de volver a los recuerdos de la infancia, es volver a algo conocido y estable, de sensaciones agradables, pero no tan lejano. Quizás vale recordar que esta serie se desarrolla en una New York pre 11 de septiembre de 2001, donde además el centro de atención son los lazos físicos de seis amigos y todas sus vicisitudes. Una dosis de calma, amistad, vínculos fuertes y presentes y mucho humor, todas sensaciones muy necesarias en estos tiempos. Todo esto hace pensar que esta reunión televisiva –si bien era esperada hace mucho- capitalizó el momento justo para hacerlo posible. El rol de las emociones y el estado de ánimo son protagonistas centrales en las elecciones sobre qué ver, sobre todo el caso de la televisión bajo demanda. ¿Por qué shows como Friends, The Office o Grey’s Anatomy estuvieron entre los shows más vistos de 2020? ¿Por qué muchas veces en las redes sociales las personas bromean acerca de tener una infinita cantidad de oferta de nuevas series y programas para ver y sin embargo vuelven a ver clásicos que ya vieron miles de veces? La llamada “Confort TV” encontró en la pandemia su socia ideal. Las fórmulas ya conocidas funcionaron perfectas, y la nostalgia de tiempos considerados mejores y más felices también juega a favor cuando el contexto es de incertidumbre total. Sintonizar estos consumos culturales sirvió y sirve de alguna manera como antídoto frente a lo caótico y da pistas para pensar lo importante que es entender y monitorear el sentir de las personas en estos momentos inéditos, para dimensionar la centralidad de sus emociones y la manera en que estas condicionan también lo que consumen, las ocasiones, y lo que eligen. Egobalance La moda como protección Desde Trendsity venimos analizando de cerca cómo la pandemia elevó el umbral de la higiene. La conciencia sobre el lavado de manos, la distancia, los amontonamientos de gente en lugares y la calidad del aire ya forman parte de nuestra rutina cotidiana. Este “segumidor” (preocupado primordialmente por la higiene y la seguridad) va subiendo la apuesta. En este caso, observamos cómo la indumentaria y los textiles también están sirviendo como espacio de protección. Lo vemos con el ejemplo paradigmático de Atom Protect y cómo se convirtió en éxito: las propiedades antibacteriales y antivirales de su tela actúan como freno al COVID-19, lo que sin duda lo convirtió en uno de los tapabocas más requeridos La idea de que la ropa puede servir como un escudo o burbuja de protección frente a gérmenes, bacterias o virus no es una idea nueva (de hecho, el material de los ambos del personal médico es un ejemplo) pero a raíz de que la búsqueda de las personas de mayor protección se extiende también a la indumentaria. Esta industria se está convirtiendo en un mercado que toma nota de algunas particularidades: por ejemplo pensar en texturas distintas a las de uniformes de protección, es decir, menos rígidas, más amigables para las personas pero sin escatimar protección. Por ejemplo, la firma de moda Vollebak, diseñó una chaqueta confeccionada en un 65% con hilos de cobre, el material que se ha revelado como más resistente ante el COVID 19. La empresa BioRomper nació con un solo producto: un mono antimicrobiano. El grupo italiano Albini (el proveedor de camisas de vestir para marcas de diseñadores como Prada y Tom Ford ) presentó su nueva tela Viroformula que “protege contra virus y bacterias”. El diseñador Philip Lim lanzó Live Free , una colección que presenta Fuze Biotech, una tecnología de mejora textil sostenible que no solo elimina las bacterias, sino que también acelera el enfriamiento y el secado, para evitar los lavados frecuentes, otra tendencia que se alinea con la búsqueda de mayor sostenibilidad de las nuevas generaciones y movimientos como “lavar sin lavar”. En este sentido, marcas deportivas como Lululemon utilizan tecnología de telas Silverescent que elimina las bacterias que causan el mal olor que se producen en el sudor. La marca Pangaia trata las telas con aceite de menta , que tiene propiedades antibacterianas naturales, para mantener las prendas más frescas durante más tiempo. También está el caso de la firma argentina de medias Eliho Textil, que utiliza una fibra de plata textil llamada X-STATIC eliminar las bacterias, los hongos y el mal olor de las prendas textiles logrando que éstas sean lavadas con menor regularidad. Aunque la vacunación comience progresivamente a bajar la acción del virus, es esperable que muchos de los hábitos adquiridos durante la pandemia permanezcan. Los nuevos comportamientos, más un mindset más higiénico y mayores dosis de innovación y tecnología abren las puertas para un nuevo mercado que se podrá diversificar aún más. Neoconectividad La hora de las terapias digitales Las terapias digitales son dispositivos basados en software cuyo propósito es tratar distintas condiciones o enfermedades a través de estímulos visuales, información o supervisión de conductas canalizados por computadoras u otros dispositivos. Sin embargo, para que puedan ser reconocidas formalmente como “tratamientos” deben recibir la autorización de una entidad competente que pueda certificarlos de cara a su comercialización. La novedad en esta incipiente industria es que un videojuego recientemente recibió el aval de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés). Desarrollado por Akili Interactive Labs, es el primer tratamiento basado en juegos aprobado por esta entidad para cualquier condición y el primer tratamiento digital aprobado para tratar el TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad). Otro caso es CureApp, que recibió la autorización regulatoria para la fabricación y venta. Se trata de la primera aplicación terapéutica de Asia, un dispositivo médico diseñado para ayudar a los pacientes que están recibiendo tratamiento ambulatorio para dejar de fumar. Con estas certificaciones, estas terapias se alejan de la multitud de aplicaciones de “bienestar” (por ejemplo, de meditación y mindfulness) que si bien están disponibles para el público no tienen ninguna entidad científica que las avale. De esta manera se sienta precedentes para una variedad de compañías que están surgiendo en este ámbito que por fin podrían alcanzar el estatus de “atención médica”. Existen múltiples casos. Por tales motivos se espera que la variedad startups que están surgiendo alrededor de las terapias digitales aumenten aún más. Las inversiones en compañías de terapéutica digital en los Estados Unidos han crecido en un promedio del 40% al año durante los últimos siete años. De hecho, alrededor de la realidad virtual están surgiendo empresas como XRHealth, sustentadas en evidencia de que la RV es efectiva para tratar trastornos de ansiedad, alimentación, estrés, aliviar el dolor de parto o reducir la presión arterial, entre otros. Los modelos de negocio evolucionan con el tiempo, a veces debido a cambios en el mercado y a veces debido al advenimiento de la tecnología. En este caso, la aceleración de la digitalización de la vida cotidiana con la pandemia ha hecho que la tecnología penetre en espacios donde aún había recelo, por ejemplo, las consultas y tratamientos médicos. El desarrollo tecnológico que pone a disposición cantidades cada vez mayores de datos más la digitalización de los comportamientos -y la evidencia que las intervenciones digitales funcionan- indican que hay mucho camino por recorrer para este mercado. Conciencia de responsabilidad La accesibilidad web en la mira Durante el mes de mayo se celebra el Día Mundial para promover la concientización sobre la Accesibilidad Web esto significa promover una mayor inclusión en el mundo digital. Más de mil millones de personas -alrededor del 15% de la población mundial- posee algún tipo de discapacidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En concreto, con accesibilidad web nos referimos a eliminar barreras para que personas con discapacidad puedan hacer uso de la web. Para esto, empresas tecnológicas y desarrolladores web deben enfocarse en lograr diseños para que todas las personas –en la condición que sea- puedan percibir, entender, navegar e interactuar con la web en igualdad de condiciones. El estudio anual de WebAIM, organización sin fines de lucro que analiza la accesibilidad de las páginas de inicio de un millón de sitios web, proporciona información sobre el estado actual y las tendencias de la accesibilidad web. En su edición 2021 indicó que el 98% de las páginas tiene al menos un error de accesibilidad, siendo el bajo contraste del texto el más común. Lo que se desprende del informe es que aún hay trabajo por hacer, pero las grandes tecnológicas ya están tomando teniéndolo en cuenta. Facebook lanzó una guía de consejos que apuntan a hacer publicaciones más inclusivas en sus plataformas (como escribir oraciones simples y cortas que facilitan la lectura a las personas con discapacidades cognitivas y de aprendizaje, colocar el texto sobre un fondo sólido de alto contraste; agregar descripciones de texto breve a las fotos que se comparten e incluir subtítulos en los videos, o colocar transcripciones de texto junto a los audios, entre otros). Google por su parte, destaca la necesidad y la inclusión en su compañía de personas con discapacidad e incorporarlas en el desarrollo de sus productos Las nuevas actualizaciones del buscador Microsoft Edge incluyen lector inmersivo (elimina distracciones para mejor lectura), diccionario de imágenes, traducción de páginas y lectura en voz alta (escuchar el contenido del sitio web sin estar mirando una pantalla). Cada vez hay más conciencia de la necesidad de comprender y atender las necesidades de las personas con discapacidad en todos los ámbitos. La tecnología es una interfaz protagonista en nuestra relación actual con el mundo, por ello, aunque aún quede mucho por hacer, todas estas acciones hablan de los esfuerzos de las empresas de hacer un mundo con acceso más igualitario. |