Un análisis de la presión que sienten las madres al regresar al trabajo rápidamente, y la obligación de ser “perfectas” enfocadas exclusivamente en el cuidado del bebé y la lactancia.
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Un estudio reciente realizado por Trendsity, ofrece una visión única sobre el impacto de la maternidad en el ámbito empresarial en la Argentina. Según la información que arroja este análisis, más de la mitad de las mujeres encuestadas afirmaron haber sentido la presión de regresar al trabajo rápidamente después del parto, y al mismo tiempo se espera que sean madres “perfectas” enfocadas exclusivamente en el cuidado del bebé y la lactancia.
Casi 7 de cada 10 mujeres declara sentirse a veces con muy poca libertad, estas cifras ascienden exponencialmente en los casos en los que los padres, parejas o familiares no se involucran en la alimentación y crianza de sus bebés, o directamente no son parte. Las que más presión social sufren son las que eligen o eligieron la leche de fórmula como fuente principal de alimentación (60%), y las que complementan o complementaron la leche materna con otras fuentes (50%).
Además, el estudio destaca la importancia de abordar estas cuestiones desde una perspectiva empresarial, reconociendo la necesidad de políticas y prácticas laborales que apoyen a las madres trabajadoras y promuevan un equilibrio saludable entre la vida laboral y familiar.
Marisa Russomando, especialista en Maternidad, destaca la importancia de que cada mujer pueda decidir sobre la alimentación de su bebé, reconociendo que existen diferentes recursos válidos. Sin embargo, la presión social, principalmente de otros mujeres en su entorno, contribuye a la autoimposición de expectativas y cargas adicionales relacionadas con la crianza.
Aunque se observa una mayor participación de los padres en la crianza, especialmente en los primeros años de vida del bebé, las responsabilidades en el hogar siguen recayendo principalmente en las mujeres, lo que puede generar sentimientos de culpa, falta de libertad y carga mental.
Por último, el estudio también resalta la importancia de la salud mental de las madres durante los primeros meses del bebé, señalando la necesidad de mayor información y apoyo por parte de los profesionales de la salud. Se observa un cambio en la percepción de la maternidad ideal hacia una mayor valoración de la libertad de elección y la apertura para discutir temas que preocupan, alejándose del ideal de la madre perfecta y reconociendo la importancia del bienestar tanto del bebé como de la madre.