En el marco del día de la madre, un estudio realizado por la consultora Trendsity identificó qué relación tiene el fenómeno “Pampita” y el éxito de la serie Envidiosa con el rol de las mujeres, las dinámicas actuales de la maternidad y los nuevos paradigmas que cambian las reglas del juego.
LA NACIÓN por Mariela Mociulsky
Casada y con hijos. El mandato que domina la tradicional forma de concebir a una mujer se está derrumbando. El ruido es estrepitoso, sobre todo cuando esa caída la protagoniza una figura popular, querida y mediática, que apura los trámites de divorcio cuando se entera de la infidelidad de su marido.
Como Pampita, que no dudó ni un minuto en la definición. O bien, cuando la serie del momento, la más vista de Netflix en Argentina, que además, ocupa el top 5 a nivel global, captura el espíritu de época. El marido como aspiracional, la familia tipo, el casamiento de blanco: en “Envidiosa”, el personaje protagonizado por Griselda Siciliani, lleva a niveles dramáticos la comedia de las vidas de millones de mujeres. Lo que opina el grupo de amigas, lo que calla y lo que espera. La que busca (marido) y no encuentra se enfrenta con la que ya resolvió la expectativa socio cultural. Atemperó la presión, aunque el costo (sin spoiler) fuera altísimo. En tanto, la que se planta en el altar y grita a los cuatro vientos que no quiere tener hijos interpela otra de las normas sociales arraigadas: la de ser mamá antes de los 40.
¿Es garantía de felicidad tener pareja e hijos? ¿Cuál es el peso de la independencia, afectiva y económica? Se acerca el Día de la Madre, una fecha que invita a reflexionar sobre el rol de las mujeres, las dinámicas actuales de la maternidad, y los nuevos paradigmas que cambian las reglas del juego. Se mueven fichas, se avanza en la identificación del deseo propio y se examinan movimientos que cuestionan, y desafían, las creencias convencionales.
“Madre, conductora, modelo”. Así se presenta Pampita ante sus 8,2 millones de seguidores que no dudaron en enviarle mensajes de apoyo cuando el 1 de octubre, una semana después de separarse, posteó un video motivacional con un mensaje dirigido a si misma: “No todo es hoy y ahora. Algunas de las mejores cosas de la vida llevan su tiempo”, dice la voz en off. “Del lado Pampita de la vida”; “Ejemplo de resiliencia”; “Confiá, lo mejor está por venir”; “Vamos Pampa, una vez más, arriba”; “Estamos todas con vos” y “No estás sola, podés con esto y con mucho más”, fueron algunos de los comentarios de sus fans que reaccionaron con más de 500 mil “me gusta”.
Recalculando: el GPS de los nuevos vínculos
Los formatos tradicionales ya no están en el ránking de las nuevas generaciones, que imponen cada vez más la tendencia de grupos familiares más acotados, mujeres que no necesitan de una pareja para maternar.
Según el estudio a nivel nacional que impulsamos desde Trendsity, se observa la opinión de mil argentinos y argentinas entre 16 a 75 años. Entre otros resultados, el que más llama la atención es que el 78% de las personas coincide que no tiene la intención de maternar o paternar. Mientras que el 67% cree que tener hijos ya dejó de ser un mandato.
La libertad por encima de las exigencias tradicionales gana terreno entre los encuestados y encuestadas de 26 a 39 años, con mayor nivel socio económico, que elige esquivar estos preceptos en función de dedicar la energía a proyectos laborales y otras experiencias.
El personaje de Vicky (Siciliani) en Envidiosa deja claro que se le acaba el tiempo para ser mamá, que el reloj biológico está a la vuelta de la esquina y que, sin pensar siquiera en su propio deseo, asume que la maternidad es parte del mandato. Sin embargo, cada vez son más las mujeres que congelan óvulos esperando que llegue el momento indicado. Según la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR), este recurso para prolongar la decisión va en aumento y trepa al 20% anual de casos en los centros de fertilidad del país.
El informe de Trendsity también toma en cuenta la acelerada baja de la fecundidad y la menor mortalidad. A mediados del siglo pasado, la tasa de crecimiento anual de la población regional era de 2,8%, mientras que en la actualidad es de solo 1,2%. Además, el impacto de los cambios demográficos va de la mano con los nuevos imaginarios de la generación Z que hoy responde a la premisa “menos hijos y más mascotas”.
Al menos, en la Ciudad de Buenos Aires hay más perros que menores de 10 años. De acuerdo a la Dirección General de Estadísticas y Censos (DGESYC) de CABA se relevaron 440.339 menores entre 0 a 10 años de edad, en comparación con la Encuesta Anual de Hogares de Tenencia responsable y sanidad de perros y gatos que arroja el resultado de 493.676 perros para el total de hogares. Es decir, más de un 11% de diferencia.
Nueva generación de mamás
Entre las mamás millenials o las que están en el grupo de la Generación Y, el estudio de Trendsity que abarcó Argentina, Chile, Perú, Brasil y México arrojó datos reveladores sobre la nueva crianza. A esta generación, por ejemplo, casi no le preocupa que las hijas jueguen a otro tipo de juegos, más unisex o que practiquen deportes culturalmente relacionados con el universo masculino, como el fútbol. Solo un 22% admitió cierta inquietud porque las nenas se estén volviendo menos femeninas, mientras que entre las mamás de más de 40 años alcanzó el 40%.
Por otra parte, la lactancia representa otro de los grandes temas de debate que generan múltiples fuentes de presión y confusión. ¿Cuánto tiempo hay que amamantar? ¿Dar la teta está bien y la mamadera, mal? El 43% de las personas consultadas asumió que estos temas generan tensión. En tanto, el 49% de las madres (con bebés menores a 9 meses) afirmó que se siente presionada por las exigencias y expectativas de los demás con respecto a la crianza de sus bebés. Las madres primerizas sufren en mayor medida esta presión social (50%), y más aún, aquellas que eligen la leche de fórmula como fuente principal de alimentación de su bebé (60 %).
El 47% de las madres (con bebés menores a 9 meses) refirió haberse sentido frecuente u ocasionalmente juzgada o cuestionada en torno a la alimentación elegida para su bebé en los primeros meses de vida. Según confiaron, la principal fuente de presión proviene de las mujeres que componen su círculo social. Esta situación escala aún más entre las mamás menores a 36 años (76%). Y el 81% de las madres considera que en nuestra sociedad no está bien visto hablar de las dificultades o quejarse del cansancio o exigencias que implica la lactancia.
Si la protagonista de una serie que bate récords se muestra vulnerable y hasta se humilla por su aspiración de conseguir marido y tener hijos. Si una figura pública concentra la atención mediática por decidir que es mejor sola que mal acompañada, es que las fichas del tablero se están moviendo. Las cartas están echadas para las mujeres de hoy que eligen valores como la independencia y las decisiones según los propios deseos. Llegó la hora de la reconfiguración.